Crowdfunding: qué es y cómo funciona

Lo más probable es que hayas oído hablar de «micromecenazgo», «financiación colectiva» o «crowdfunding», que no es lo mismo que «crowdsourcing». Lleva unos años de moda y, si estás en redes sociales, es probable que en algún momento hayas visto algún vídeo de financiación colectiva. En resumen, el micromecenazgo es un concepto que permite a inventores, artistas y cualquiera con una buena idea obtener financiación del público en general para completar sus proyectos. En el artículo de hoy, vamos a aprender qué se incluye en un proyecto de financiación colectiva y veremos si encaja en tu caso.

¿Qué es el crowdfunding?

La financiación colectiva suele vincularse a webs como Kickstarter e Indiegogo, sitios que, cuando nacieron, parecían un regalo caído del cielo para los pobres inventores. Finalmente existía un lugar en el que podían mostrar sus ideas y lograr que la gente invirtiese en producción sin tener que ceder a los inversores gran parte de los beneficios o de las acciones de la empresa.

En la web de micromecenazgo más famosa, Kickstarter, pueden publicarse proyectos siempre que cumplan ciertos requisitos. Los «creadores» también pueden acceder en ella a un manual de buenas prácticas, con información sobre cómo crear un vídeo, compartir su plan, etc.

Todos los proyectos de Kickstarter contienen un vídeo en el que suele salir el inventor explicando su idea y enseñando algún tipo de prototipo, y además se incluye el monto total que pretenden alcanzar, junto con una explicación de su proceso y su calendario de trabajo.

Lo más interesante para los inversores quizá sea que Kickstarter quiere que los creadores ofrezcan «recompensas» por las donaciones. Estas recompensas van desde donaciones de 5 euros hasta miles de euros, según el proyecto. Llegado a cierto punto, con el valor de la donación los inversores obtienen el producto real una vez producido.

 Con una donación de 75€, te llevarás las zapatillas Coby Move (Fuente: Kickstarter, producto: Coby Move)

Como ya he mencionado, hay quien se refiere a este concepto como crowdsourcing, pero esta definición es ligeramente distinta de la de crowdfunding o micromecenazgo. El concepto de crowdsourcing o participación colectiva significa básicamente que estás obteniendo recursos de la masa, del público en general. Por ejemplo, tu logo podrían diseñarlo varios artistas. Otro ejemplo de participación colectiva es la Wikipedia, en el que el público en general contribuye a su mantenimiento y a su contenido.

Por otro lado, la financiación colectiva o crowdfunding trata estrictamente de conseguir inversiones monetarias, mientras que básicamente todo lo demás que el público puede proporcionar (servicios, información, ideas) cae dentro de la participación colectiva o crowdsourcing.

¿Pueden funcionar de verdad los proyectos de crowdfunding?

En los últimos años los proyectos de financiación colectiva han sido muy populares. Por una parte, permiten a quien tenga una idea obtener fondos sin renunciar a la titularidad primaria de su idea. Por otra, desde el punto de vista del consumidor es fascinante porque pueden verse ideas aún sin producir. Si tú, como parte consumidora, encuentras una idea que te apasione de verdad, puedes invertir/donar y ayudar a que estos inventos se hagan realidad. En mi opinión, estas son las dos principales razones de su popularidad.

Algunos de los proyectos se han hecho tan populares que puede que te suenen. Entre ellos destacan el reloj inteligente Pebble, el Coolest Cooler, el Oculus Rift, el Flow Hive e incluso una secuela del clásico de culto Super Troopers. En sus páginas puedes ver qué hizo que les fuera tan bien.

¿Qué es lo que hace que triunfe un proyecto de crowdfunding?

Vale, ya tienes una gran idea, pero todavía te faltan los fondos. Puede que te valga la pena invertir tiempo y esfuerzo en financiación colectiva, pero por cada historia de éxito, hay diez fracasos. Entonces ¿qué hace que triunfe un proyecto de financiación colectiva?

¡Tener un plan!

Aunque pueda sonar obvio, te interesa tener un plan detallado. Por supuesto, esto te ayudará a tenerlo todo organizado conforme das forma a tu próxima gran idea. Sin embargo, a lo que me refiero es a tener un plan que mostrar a tus posibles donantes.

Si esperas que la gente normal te done dinero, sea mucho o poco, es normal que quieran saber que te tomas en serio hacer realidad tu idea. Al fin y al cabo, no han sido pocos los fracasos y las estafas en el mundo del crowdfunding, por lo que el público ahora es más escéptico que antes. Un plan bien pensado puede generar confianza, por lo que no dudes en presentar todos los detalles posibles.

Detalles, detalles, detalles (Fuente: Kickstarter, producto: Retrostone)

Lleva tu voz más allá de los sitios de financiación colectiva

Está claro que quienes quieran invertir 5 euros probablemente no investiguen a fondo tu proyecto, pero podrían hacerlo. Eso sí, puedes apostar a que quienes quieran invertir cientos (o incluso miles) de euros, mirarán más a fondo tu propuesta. Por eso te interesa fortalecer tu marca antes de presentar tu idea en una plataforma de micromecenazgo.

Asegúrate de tener una web propia y también de tener presencia en redes sociales. Cuantos más canales tengas para que los inversores interactúen contigo, más probable es que confíen en ti e inviertan en tu idea.

Es más, es importante ser proactivo al promover tu idea. La mayoría de estas webs de financiación colectiva no se encargarán de promover tu idea, por lo que dependerá de ti conseguir que la gente la conozca.

Atrae a tu público potencial con una oferta valiosa

La mayoría de los proyectos de micromecenazgo utilizan una fórmula similar: para animar a la gente a donar, se ofrecen regalos pequeños o grandes. Dicho lo cual, también hay pequeñas donaciones sin recompensa alguna, pues están pensadas para llegar a quienes simplemente sienten pasión por el proyecto.

Sin embargo, una vez hayamos conseguido donaciones significativas, es hora de ponernos creativos. La fabricación de esta videoconsola portátil retro comienza poco a poco, pues las donaciones inferiores a 69 EUR, solo se llevan un agradecimiento. A partir de ese punto, quien haga una donación puede conseguir precios por compromiso anticipado, modelos o precios exclusivos, diversos modelos e incluso recibir un prototipo.

Una imagen de un prototipo junto con las recompensas por diferentes donaciones (Fuente: Kickstarter, producto: Retrostone)

Todo depende de la presentación

Conseguir que perfectos desconocidos inviertan dinero en tu idea probablemente no sea lo más fácil del mundo. Tienes una idea excelente, un plan bien pensado y unas recompensas golosas para los donantes, pero como te dirá cualquier chef de 5 estrellas, la presentación es vital.

Asegúrate de conocer a tu público objetivo y de atraerlo en tu presentación. Usa imágenes y vídeos de alta calidad para que no solo se interesen, sino que se entusiasmen con tu idea. Si es una idea totalmente nueva, identifícate con tu público y dile que tenéis las mismas frustraciones. ¡Por eso mismo has inventado la máquina rellena-los-espacios-en-blanco! Muestra el producto en uso y explica cómo tu idea revolucionaria resuelve todos esos problemas.

Consejos adicionales

Es posible que estés pensando en la propiedad intelectual y en el riesgo de compartir tu idea con perfectos desconocidos. Es una preocupación válida y, si de verdad crees en tu idea, deberías pensar en solicitar una patente. Consulta la guía de patentes del Gobierno de España para comprender mejor qué puede patentarse y cómo hacerlo.

Muchos de estos sitios de financiación colectiva te permiten añadir «metas adicionales» para cuando un proyecto es tan popular que reúne más dinero del necesario. Debes tener un plan para que los donantes sepan qué harías con ese dinero adicional. Si lo tuyo es un videojuego, puedes ofrecer niveles adicionales; si es una película, podrías mejorar los efectos especiales; mientras que con productos físicos, podrías optar por un material más fuerte o más estético de lo previsto originalmente.

Conclusión

El crowdfunding se ha convertido en una manera increíble de que cualquiera pueda sacar sus grandes ideas a flote. Con una planificación a fondo, con creatividad y con un poco de marketing, puedes hacer que el público en general se entusiasme con tu idea antes de tenerla entre manos. No solo invertirán sus emociones en tu producto; esperemos que también algo de capital.