Cómo garantizar las ventas en pleno covid
¿Cómo tiene que prepararse tu negocio para garantizar las ventas durante el covid? ¡Te lo contamos todo en este post!
Todas las empresas de éxito se dedican a analizar el mercado.
Sin embargo, si quieres saber si los precios de tus productos se ajustan al mercado, si es el momento de internacionalizar tu tienda o si tu marketing es efectivo, es recomendable mirar a tu alrededor.
El Benchmarking consiste en identificar las "mejores prácticas" de la competencia y aplicarlas a tu propia empresa.
En este artículo, te explicamos de manera sencilla este método popular de análisis de la competencia.
El procedimiento de «benchmarking»
¿Cómo se utiliza el «benchmarking»?
Benchmarking VS análisis de la competencia
Incluso si aún no conoces el término «benchmarking», este método seguro que te resulta conocido.
Incluso sin denominar este proceso de ningún modo específico, ciertamente se utiliza muchas veces y su uso se da por sentado.
El término benchmarking designa un instrumento de gestión que compara los propios productos, procesos, técnicas y valores constantemente con unos valores estándar o con los valores de la competencia (sobre todo con los de los principales competidores).
Los criterios pueden seleccionarse conforme a variados criterios, aunque generalmente se analizan por su calidad, tiempo y costes.
A partir de los resultados obtenidos, de una parte, es posible clasificar la propia empresa y de otra, se optimizan las propias campañas.
El «benchmarking» permite aproximarse a los que ocupan las primeras posiciones de venta y abordar la laguna existente, e incluso aventajar a la competencia.
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También se trata, básicamente, de aprender de los mejores y, por tanto, el «benchmarking» puede ser utilizado por todas las empresas, incluidas las que operan en Ecommerce. Pero no se trata exclusivamente de una comparativa sectorial, sino que, por ejemplo, también es posible analizar índices o «benchmarks» dentro de una empresa.
En otras palabras, se trata de encontrar ejemplos de «buenas prácticas» para mejorar la productividad que, a su vez, sirven de orientación para mejorar el propio desempeño.
Pero no se trata de copiar a la competencia, sino que, por el contrario, se trata de desplegar el potencial de mejora.
Además, mediante el «benchmarking» no se consiguen soluciones concretas, sino que se analiza la situación actual para obtener conclusiones que nos lleven a adoptar unas «buenas prácticas».
Los «benchmark» de los que se habla en este contexto (término que originalmente procede de la estadística), designa, por tanto, un estándar que se tomará de referencia para medir y evaluar algo.
Desde el punto de vista empresarial, este valor de referencia puede darse generalmente en forma del mejor desempeño de la competencia, con respecto al que ha de adaptarse el propio planteamiento.
A través del benchmark se definen valores comparativos a partir de sus valores con el fin de medir los propios objetivos.
Pero, ¿con qué precisión funciona este procedimiento de «benchmarking»?
Los pasos del “benchmarking” se pueden definir del siguiente modo:
Selección del objeto (producto, método, proceso) que está previsto analizar y comparar.
Selección de la empresa que se desea comparar. Para ello es importante determinar qué similitudes deben darse para garantizar la comparabilidad.
Obtención de datos (análisis de información secundaria, obtención de información primaria, por ejemplo, durante una serie de visitas a la empresa).
Determinación de lagunas de rendimiento y sus causas.
Establecimiento y ejecución de las medidas de mejora.
Es decir, deben definirse previamente los objetos, socios y magnitudes finales de comparación para poder hacer uso del método de «benchmarking».
Sin embargo, es especialmente importante que el proceso de benchmarking se aplique de forma constante y sistemática.
La empresa debe optimizarse constantemente a través de dicha comparativa, con el fin de poder mantener su competitividad a largo plazo como corresponde.
Dependiendo de la definición, en el ámbito empresarial se distinguen varios tipos de «benchmarking».
👉 Benchmarking interno (dentro de una empresa), por ejemplo, entre varias divisiones de varios países.
👉 Benchmarking externo (análisis de empresas externas consideradas como las más potentes competidoras).
Jim Riley establece aquí una distinción más profunda:
El «benchmarking» estratégico (investiga las estrategias y planteamientos generales de los competidores exitosos)
El «benchmarking» competitivo (clasificación de la propia empresa en relación con el desempeño de productos y servicios)
El «benchmarking» de proceso (comparativa con la empresa que aplica «buenas prácticas» y que ofrece productos comparables)
El «benchmarking» funcional (comparativa con socios de otros sectores para encontrar modos de mejorar los procesos de trabajo)
💡 Ejemplos:
Compare tus tiempos de ciclo de producción con los de tus otras plantas de producción. Esto puede ayudar a identificar áreas en las que puedes mejorar tu eficiencia.
Compare tu estrategia de marketing con la de tus competidores. Esto puede ayudar tu empresa a identificar áreas en las que puede mejorar su estrategia de marketing.
Compare tus procesos de producción con los de tus competidores. Esto puede ayudar tu empresa a identificar áreas en las que mejorar su eficiencia.
Compare tu servicio al cliente con el de tus competidores. Esto puede ayudarte a identificar áreas en las que mejorar la satisfacción de tus clientes.
Así se pone de relevancia la versatilidad que puede tener el uso del «benchmarking» y qué procesos permite optimizar.
El benchmarkingse se puede utilizar de distintos modos por las empresas. Como ya se ha mencionado, permite diseñar los métodos necesarios para conseguir un mejor desempeño.
Esto vale, por ejemplo, en relación con la eficiencia operativa o con el diseño de producto. Pero también pueden establecerse comparativas en cuanto a los gastos incurridos, cuyo análisis permitirá registrar los gastos de la propia empresa y optimizarlos correspondientemente.
Además, con ayuda del benchmarking es posible concentrarse en los recursos que puedan constituir una ventaja estratégica.
Aquí algunos consejos para realizar benchmarking con éxito:
El benchmarking puede ser una herramienta valiosa para las empresas que desean mejorar su rendimiento. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el benchmarking no es una solución mágica. Requiere tiempo, esfuerzo y compromiso por parte de la empresa para tener éxito.
Por último, con ayuda del benchmarking puede fomentarse el intercambio de ideas y de experiencias dentro de la empresa. Los empleados pueden entender mejor el funcionamiento de los procesos internos y, a través de la competencia generada con otras empresas, se refuerza el espíritu de equipo; así, los empleados comprenden cómo los pequeños indicadores y su optimización contribuyen al gran éxito de toda la empresa.
El benchmarking y el análisis de la competencia son dos herramientas importantes para las empresas que quieren mejorar su rendimiento. Sin embargo, hay algunas diferencias clave entre estos dos conceptos.
El benchmarking es el proceso de comparar la empresa con sus competidores para identificar áreas de mejora. Esto puede hacerse analizando datos sobre productos, precios, marketing, servicio al cliente y otros factores. El benchmarking puede ayudar a las empresas a identificar áreas en las que pueden mejorar su rendimiento y a desarrollar estrategias para superar a sus competidores.
El análisis de la competencia, por otro lado, es el proceso de recopilar información sobre los competidores de una empresa. Esta información puede incluir datos sobre los productos, precios, marketing, servicio al cliente y otras estrategias de los competidores. El análisis de la competencia puede ayudar a las empresas a comprender mejor el mercado en el que operan y a tomar decisiones informadas sobre cómo competir.
Aquí hay dos ejemplos que ilustran la diferencia entre benchmarking y análisis de la competencia:
Una empresa de software puede utilizar el benchmarking para comparar sus precios con los de sus competidores. Si la empresa descubre que sus precios son más altos, puede utilizar esta información para desarrollar una estrategia de precios más competitiva.
Una empresa de telecomunicaciones puede utilizar el análisis de la competencia para recopilar información sobre las nuevas ofertas de productos y servicios de sus competidores. Esta información puede ayudar a la empresa a determinar si debe ofrecer nuevos productos o servicios para mantenerse a la vanguardia de la competencia.
Tanto el benchmarking como el análisis de la competencia son herramientas importantes para las empresas que quieren mejorar su rendimiento. Sin embargo, es importante entender las diferencias entre estos dos conceptos para utilizarlos de forma eficaz.
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